Manos a la obra
Pero en el caso del japonés sería apurar demasiado. Los días 8 y 10 de mayo ya están marcados en mi Google Calendar. La cita es con Kimi-sensei, las terminaciones -√£¬Å¬¶ de los verbos, los adjetivos y todas las nuevas formas oracionales que ello conlleva.
Lo más difícil sin duda será el examen oral. Entrar a clase, sentarte enfrente de la profesora y empezar a responder a sus preguntas como si fuera un interrogatorio policial.
Después manos a la obra con el proyecto, veremos si en algún momento queda claro que he de realizar,.. no quiero ni pensar en ello porque me deprime bastante. Podía haber cambiado el proyecto y hacerlo en el Consorcio, con mi jefe como director y evaluador del proyecto. Pero claro, pedí la famosa Promoe esperando poder hacerlo en Japón. Lo que no sabía cuando la solicité (ni yo ni nadie) era que los de las carreras técnicas no entrabamos en el báremo y por lo tanto no teniamos posibilidades de ir. Claro cuando salió el resultado de la beca, los plazos para cambiar el proyecto ya se habían pasado.. ¡¡desastroso!!
Pero tengo que hacer proyecto, porque la idea es pasar a la facultad para que esta vez no me denieguen la beca. Y quien sabe, si consigo entrar, si solicitar una Vulcanus, aunque dudo que con un misero 7 me la den. (Y eso que ya tendré más nota que cuando entre en la Universidad)
Con todo lo que se presenta por medio es normal pensar que el blog quedará en segundo plano, es duro, que tres meses despues de comenzar a escribir, decaiga un poco el ritmo. Porque escribir, escribiré, alguna mañana desde el trabajo.
De la misma manera, el trabajo será desde el único sitio donde conectaré, porque creo que es más sano, desahogarme en el gimnasio de las largas horas de estudio que sentado delante del ordenador.
Todo por conseguir acabar la carrera, a ver si dos años después, ya que me he puesto serio, saco algo en claro.