Jornada de indefensión
Mañana es el 9-M, el día elegido para que todos los españoles vayamos a votar. La campaña de estas elecciones generales ha sido bastante caótica y monotemática. Los debates en televisión han eclipsado parte de los mensajes de los políticos, se hablaba de ellos antes y después de su emisión.
En los debates, no se dijo nada pero se dejaron claras las cosas, la clase política, representada por los candidatos a presidente de los dos principales partidos, va a la suya. Han conseguido, que aquello que sonó en su momento, de me meto a política para ganar dinero, sea cada vez más creible. Se demuestra así, que únicamente les preocupa mantener y prosperar con sus intereses, de partido, familiares, del círculo de influencias o porque no, personales.
Durante los debates, no se han escuchado medidas reales y creibles. Simple papel mojado, que una vez hayan sido contadas las papeles, caeran en el olvido.
Este país necesita medidas económicas y sociales de verdad y no más propuestas electoralistas. A lo mejor, el problema de fondo, es que los españoles, no sabemos materializar las buenas ideas en buenas acciones para el país. Mientras tanto, seguiremos dando tumbos, viendo como el país va tan bien (dicho por quien este en el poder) y como nuestra economía, nuestro barrio, etc. caminan hacia el camino contrario.
Y en medio de toda esta indefensión frente al mensaje vacío y hueco de nuestros políticos, los asesinos de ETA hacen acto de presencia, asesinando a un inocente más. Lo peor de todo, es que las últimas elecciones también estuvieron manchadas de sangre. En un país como España, cuando parece algo que puede ocurrir lejos: en países con regímenes absolutistas, descerebrados por la religión con armas y demás.
Indefensión ante los asesinos y las palabras vacías de los políticos. Además la sociedad se polariza, o eres del PP a muerte o del PSOE a muerte, cualquier voz discordante tendrá su respuesta, recuerda al fanatismo: lo nuestro es lo bueno, lo demás, es malo.
Aún tengo una noche para dedicir a quien votar, pero tengo claro, que gane quien gane, el lunes, el mes que viene, en verano.. las cosas seguirán igual, nuestra clase política ha caido en un ciclo de autodestrucción: unos hacen y otros deshacen, esté bien o mal, es su interés y prevalece por encima del de los demás, incluso del interés general de aquellos que el domingo vayamos a votar.
En los debates, no se dijo nada pero se dejaron claras las cosas, la clase política, representada por los candidatos a presidente de los dos principales partidos, va a la suya. Han conseguido, que aquello que sonó en su momento, de me meto a política para ganar dinero, sea cada vez más creible. Se demuestra así, que únicamente les preocupa mantener y prosperar con sus intereses, de partido, familiares, del círculo de influencias o porque no, personales.
Durante los debates, no se han escuchado medidas reales y creibles. Simple papel mojado, que una vez hayan sido contadas las papeles, caeran en el olvido.
Este país necesita medidas económicas y sociales de verdad y no más propuestas electoralistas. A lo mejor, el problema de fondo, es que los españoles, no sabemos materializar las buenas ideas en buenas acciones para el país. Mientras tanto, seguiremos dando tumbos, viendo como el país va tan bien (dicho por quien este en el poder) y como nuestra economía, nuestro barrio, etc. caminan hacia el camino contrario.
Y en medio de toda esta indefensión frente al mensaje vacío y hueco de nuestros políticos, los asesinos de ETA hacen acto de presencia, asesinando a un inocente más. Lo peor de todo, es que las últimas elecciones también estuvieron manchadas de sangre. En un país como España, cuando parece algo que puede ocurrir lejos: en países con regímenes absolutistas, descerebrados por la religión con armas y demás.
Indefensión ante los asesinos y las palabras vacías de los políticos. Además la sociedad se polariza, o eres del PP a muerte o del PSOE a muerte, cualquier voz discordante tendrá su respuesta, recuerda al fanatismo: lo nuestro es lo bueno, lo demás, es malo.
Aún tengo una noche para dedicir a quien votar, pero tengo claro, que gane quien gane, el lunes, el mes que viene, en verano.. las cosas seguirán igual, nuestra clase política ha caido en un ciclo de autodestrucción: unos hacen y otros deshacen, esté bien o mal, es su interés y prevalece por encima del de los demás, incluso del interés general de aquellos que el domingo vayamos a votar.