EMT Valencia y las huelgas (II)

Llevamos ya tres semanas de huelga de autobuses en Valencia. Al final mi novia me convenció para que no cogiera la bicicleta (la verdad es que cada mañana hay más tráfico y es un auténtico caos) y he vuelto a renovar el abono de transporte. Eso, a pesar de que ha dejado de ser rentable, porque ahora las huelgas son tres días a la semana.

Amparándose en su derecho a huelga, los conductores de EMT Valencia están dejando de prestar los servicios mínimos correspondientes. Esa es la principal diferencia respecto a las jornadas de huelga que realizaron de noviembre a enero.

Por supuesto, estoy llegando tarde a trabajar tres días a la semana. En los comentarios de la anterior entrada sobre el tema puede verse como se ha pasado de pedir mejoras en el servicio (la anterior huelga iba de eso y aún me acuerdo de la noche que el nocturno cambio su ruta y me dejo a 1 km. de la parada) a admitir que quieren más dinero.

Con la excusa del derecho a la huelga están mostrando el lado menos profesional de las personas. Cuando a alguien en su trabajo, no le gusta como se lleva a cabo y no se siente correspondido económicamente, lo abandona y busca otro mejor. EMT es una empresa pública, gestionada por el Ayuntamiento de Valencia. Todos sabemos como funcionan las empresas públicas y de que pie cojean sus dirigentes y sus trabajadores.

Lo peor de todo es que el encabronamiento está alcanzando todos los niveles: los conductores siguen erre que erre, la dirección les impone fuertes servicios mínimos que incumplen y los usuarios, pues empezamos a estar bastante hartos.



He leido muchas opiniones de los conductores en los comentarios y es que, al parecer, el chollo de trabajar en la EMT es muy grande y ningún conductor ha venido aquí con humildad a decir la verdad. Se puede leer que no pueden realizar sus necesidades: trabajan a turnos, tienen el resto del día y cualquier trabajo de cara al público en un stand cutre y salchichero por 3 ‚Ǩ la hora tiene la misma exigencia de presencialidad. También comentan que sufren las inclemencias del tráfico: como cualquier conductor que vaya por la ciudad, cualquier repartidor, taxista y profesional del volante. Exigen una compensación por la responsabilidad que conlleva velar por la vida de los pasajeros, totalmente de acuerdo con ellos, para eso cobran 1500 € al mes, 500 € más que los cientos de miles de titulados superiores que son mileuristas en este país.

Y por supuesto, se quejan de los pasajeros: está claro que cada uno es como es, más o menos educado. Pero eso pasa en los pasajeros del autobús, de un avión, los clientes de un videoclub, los clientes de un bar, etc.. y ante todo, te toca tragar y callarte, porque son ellos los que te pagan y hacen rentable el negocio. Vuelvo a repetirlo, si no te gusta el trabajo, buscas otro mejor.

Lo peor de todo es que la misma falta de profesionalidad están mostrando desde la dirección de EMT, llamas para quejarte porque tu abono de transporte cubre treinta días y entre huelgas de unos y otros pierdes doce días al mes y te acaban diciendo que no es problema suyo. Y por supuesto, el incumplimiento de los servicios mínimos debe originar aperturas de expedientes disciplinarios y poner de patitas en la calle a los responsables de ello.

A pesar de estar de acuerdo con las medidas que exigen mejoras en el servicio, los principales beneficiarios ya estamos siendo los principales perjudicados. Y sigo pensando, que una huelga a la japonesa sacando todos los autobuses y generando un sobregasto tendría mayores consecuencias, pero claro, exige trabajar más y unos días de descanso, ahora que son Fallas, nunca vienen mal: el lunes y martes, huelga de 24 horas.

¿Qué pasaría si ante el colapso en la situación hubiera una huelga de pasajeros y nadie utilizará el transporte público durante una semana?

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